domingo, 30 de agosto de 2015

[Microrelato] La persona que acaricia a los cactus

La persona que acaricia a los cactus

Hace escasamente tres meses han contratado a una persona trabajadora en la empresa en la cual yo trabajo. Es una persona normal, trabajadora, sociable, familiar,…, pero tiene unas  costumbres extrañas e incluso diría raras. Todos los días, cuando entra y sale de la empresa se detiene en la puerta entrada y acaricia unos cactus que están en la entrada de la empresa. Todos lo que trabajamos en la empresa nos sonaba raro ese ritual laboral, pero le quitamos hierro al asunto, dado que pueda ser una manía personal o una costumbre del otro sitio donde curraba.

Debido a la crisis laboral, tuvieron que reducir la plantilla, entre ellos estaba: la persona que acariciaba los cactus cada día. No quería quedarme con la duda porque repetía ese  extraño ritual que tanta curiosidad me había despertado día tras día.  

Antes que se fuera de la empresa, lo detuve en cuando salimos todos del trabajo, después que ella acariciara el cactus.
-                     Me he fijado- comente avergonzado- que casi todos los días que vienes y sales  a trabajar acaricias el cactus.
La persona se sonrió y sonrojo como si le hubiera pillado haciendo alguna maldad infantil.
-                     Es mi ritual de trabajo…
-                     Ya, pero acaricia un cactus cada mañana ¿Qué clase de ritual es ese?
Se ríe levemente como si le hubiera recordado una anécdota graciosa.
-                     Nos vestimos cada día para ir trabajar. Acaricia estos cactus, es mi manera de vestirme para trabajar,…
Me quede extrañado cuando dijo de vestirse para trabajar. ¿Qué tenía que ver acariciar un cactus con vestirse para trabajar?
-                     No entiendo que quieres decirte con vestirse. ¿Cómo vas a vestirte acariciando un cactus?
Me esbozo una amplia sonrisa.

-                     Muy sencillo.  Cuando vas cualquier sitio, te preparas hacer unas concretas cosas, no es lo mismos que te vayas vestido de traje para irte a cenar casa de tu familia política que ir a fiesta con los amigos. Dos los son celebraciones, pero cada una de ellas tienen sus aspectos de tu vida. Ahora piensa cuando vas a trabajar. Cuando voy trabajar, me preparo mentalmente, acaricio el cactus, mentalmente me pongo el traje de trabajo, centrándome en el trabajo de ese día y cuando salgo de la empresa. Me quito el traje de trabajo. Desconectado con la realidad del trabajo para prepararme para mi vida personal y familiar. ¿Caminas por el mundo a tus pies a tus espaldas?

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