sábado, 12 de diciembre de 2015

[Microrelato] Para leer ...


Llegas al momento de la lectura de tu artista favorita del dia. Vas ese lugar especial, donde sueles leer. Miras otro lugar del hogar, una duda surgen en tu mente: ¿Qué pasaría si cambiara de sitio para leer? Miras los lugares con otros ojos.

¿Si leo en la silla donde desayuno todos días? Tal vez tendrías aire señorial. Imaginación evocaría las prisas matutinas, a su vez el sabor y aroma del café.

¿Si leo en el sofá donde veo la tele? Tal vez tendrías aire más relajado. Imaginación evocaría las escenas del cine y las series que ves en tu día.

¿Si leo en la cama donde duermes? Tal vez tendrías aire más intima. Imaginación evocaría las escenas románticas y tranquilas.

De pensarlo te ha entrado ganas de refrescarte. Te apetece tomarte una bebida. Abres la despensa.

¿Si tomo una infusión mientras leo? Tal vez te metería en una escena exótica o lejana en el tiempo.

¿Si tomo un refresco energético mientras leo? Tal vez te metería en una escena de acción y cargada emoción.

¿Si tomo un café mientras leo? Tal vez te metería en una escena de terror y susto

Mientras decides la bebida, enciendes una vieja radio, mientras buscas melodía apropiada.

¿Si escucho una balada mientras leo? Tal vez te metería una sensación romántica y cercana.

 ¿Si escucho una canción de rock mientras leo? Tal vez te metería una sensación movimiento y agresividad.

¿Si escucho una ópera mientras leo? Tal vez te metería una sensación épica y eres único el momento.


Con estas ideas en la cabeza, te hacer replantearte como leer y contar las historias. Cada detalle da un valor añadido a la experiencia de lectura y la escritura.  Replantearte las lecturas favoritas y mejorar la experiencia. 

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