domingo, 19 de junio de 2016

Capitulo 6 Las verdades del mundo (II)

Abatido por ante el desconocimiento de los nuevos conceptos que le presentaba Trato.
Beneficio se acerco a Trato y se agacho para susurrarle algún tipo mensaje al oído. Trato mostraba algo asco, pero a medida que Beneficio que le iba diciéndole más cosas, Trato empezó a sonreír de una forma malévola, como si hubiera oído algo suculento, hasta  empezando a babear y sacar los colmillos.
Trato se reajusto en el asiento buscando la comodidad y la posición del poder absoluto. Junto los dedos mientras formando la una pirámide.
-Beneficio, me ha propuesto un “trato”- Trato esbozo una sonrisa algo forzada, como si ocultara algo más.-que es bastante “beneficioso” para ambas partes, capitichi?
El vampiro lo miro con desconfianza. Seguro algo tramara este “judío y usero”.
-¿De qué se trata?- El vampiro busco una postura defensiva instintivamente dentro de su asiento.
-En esta ciudad hay mas vástagos de los distintos clanes, cada tanto se reúnen para hablar de sus tejemanejes y sus acuerdos entre las distintas tribus….
-¿Tribus? – El vampiro levanto la ceja.
-La ciudad conviven distintas “tribus”: hay una tribu para los cambiaformas, otra tribu de humanos, y como no, ¡¡¡¡la nuestra tribu de los vampiros!!!! Los habitantes de la ciudad, saben que existen las distintas tribus. Algunos nos tragan, pero algunos guardan odios de los otros tiempos pretéritos, pero… - Trato guardo un momento de silencio molesto como si fuera abierto una herida del pasado- ahora tenemos un enemigo y un fin común.
-Entiendo lo que me dices… - al vampiro empezó a encajarle situación de la real. Parecía que la ciudad esta una situación de sitio ante enemigos, escasez de medios y recursos,… La única manera de sobrevivir es unir fuerza y juntar codo con codo. Si alguna tribu destacara, seria abundancia para hoy pero hambre para mañana para las demás tribus, generando dispuestas… definitivamente llevando la extinción de los habitantes de la ciudad.
­-…Definitivamente, el consejo de las tribus desearan saber cómo están las cosas, seria una información valiosa… carecemos de la información que está pasando a las fueras  de Nueva Harlem, solo nos llega información a través de rastreadores o carroñeros,… ¿entiendes por dónde van los hilos o tiros?
-Entiendo por dónde van los tiros. ¿Cuándo me tocaría reunirme el consejo?- Seguía sin fiarse de lo que decía Trato, pero si quisiera sobrevivir en esta ciudad debería empezar en confiar en alguien, pero desde la distancia.
-Mañana, no dispongo tiempo del tiempo a reunir a todas las tribus ipso facto. –Dijo el Trato de forma cortante.
- De acuerdo, pero no quiero abusar de su hospitalidad y la buena fe,- sonó completamente insolente, pero quería ver la ciudad con sus ojos y no guiado por Trato- me gustaría instalarme en otro sitio para conocer mejor esta ciudad, pero necesito alguno varias indicaciones y cambio comercial.
Trato soltó sus dedos, hizo una mueca, como si hubiera hecho alguna jugada que no esperaba.
-De acuerdo, ¿Qué necesitas?- pregunto Trato con tono desagrado.-Culito blanco…
El vampiro no se inmuto por esas extrañas palabras, como si hubiera sido un insulto de otro tiempo.
-Necesito efectivo para poder hacer unas compras y alquilar una habitación en esta ciudad.
-¿Qué me puedes ofrecer? – Tono burlesco, esperando que le ofreciera alguna baratija de un niño a un padre.
El vampiro medito las bazas que disponía, si no ofrecía algo de valor suficiente, estaría en las manos de Trato, siendo un títere. Hizo un listado mental de sus bolsillos y los libros, entonces vio claro. Saco tres monedas de plata de ley del presidente actual del tiempo pasado.
El cuerpo de Trato delato un acto involuntario, pareció un espasmo. Si no hubiera tenido esas gafas tan amplias habría delatado que le interesa con fuerza a esas monedas.
-Beneficio y Équida hace vuestro trabajo. – Comento Trato con cierto nerviosismo.
Las personas tomaron las monedas. Empezaron revisarlas y haciendo comprobación manuales. Parecían expertos en valoración de los objetos, sabia donde fijarse en los detalles.
Beneficio hizo unos gestos con las manos indicándole a Trato. El vampiro entendiendo estaba dando el valor de las monedas a Trato. Una vez que Trato había recibido las noticias silenciosas de Beneficio. Équida hizo también sus gestos. En contra posición a los gestos de Beneficio. Los gestos de Équida eran más pronunciados.
Parece ser que hay una escaseaban de materiales nobles es latente.
Beneficio y Équida empezaron a discutir entre ellos, en esa lengua silenciosa y secreta. Cada vez era más acalorada. Si hubieran hablado, habría sido una pelea en toda regla.

-¡¡¡CALLAROS!!!- Grito Trato como si estuviera gritando a dos niños revoltosos.- Veo- Giro la vista hacia el vampiro- que habéis aportado un buen botín para mi casa.  Te puedo ofrecer un crédito  de 3.000 créditos. ¿Pienso que es un buen “trato?

sábado, 11 de junio de 2016

[Viajero] Estación (primera parte)

Las palabras del revisor calaron para los ideales del viajero. Se había preparado para hacer este viaje, conocía donde iba dormir, que comería durante el camino, sabia cuantas mudas ropa cargaba en la mochila, cuanto pesaba cada pieza de su limitado equipado para evitar cargas con demasiadas cosas, se había leído cientos de guías y manuales, para hacerle más fácil el viaje: Herramientas y conocimientos estaban preparados entrar en acción en su momento oportuno, pero no se habría preparado su cuerpo lo suficiente, tampoco se podría preparado contra el mal de la altura. Sentía indefenso como si hubiera fallado un examen final de un curso escolar.
Se tapo la nariz y parte la boca con la palma del mano. Sintió la punzada en su pecho, sentía el lloro tan cerca, pero se lo negó como un acto impuro y no adecuado. No quería llorar ante un desconocido, debo permanecer fuerte.
El revisor se sobresalto como si hubiera asustado. Giro la cabeza hacia al viajero. Entonces el viajero se asusto…
-… SON BLANCOS… TUS OJOS… - grito el viajero, sin darse cuenta que estaba hablando en voz alta.
El revisor ni se inmuto, como si estuviera acostumbrado.
-Pues lo son, ni que fuera un gran problema-le comento como si fuera un discurso que hubiera dado cada día a los nuevos viajeros- pero nada me impide hacerme mis tareas diarias, aunque este limitado en la estación por la condiciones la estancia.
Se extraño por las palabras del hombre, los revisores deberían tener una buena vista para poder atender la incidencia de las vías.  ¿El hombre está capacitado para despeñar este cargo? Se pregunta en su interior el viajero
El viento empezó soplar con fuerza, tan fuerte casi levanta la manta térmica.
-Sera mejor que nos pongamos a cubierto- comento el revisor - ¿Dispones de algún sitio para dormir esta noche?
-No…- contesto con voz lastimera. - ... Me hubiera gustado llegar a….
-No pasa nada, te podemos hacer un sitio en mi casa para que duermas, solo esta noche.- le palmeo la espalda- espero que te guste el guisado, porque es la cena de esta noche.
El revisor le explico cómo acceder a la casa. La casa esta adosada a la estación en la parte exterior. Debía cruzarla estación y tocar el timbre. En ella, le recibiría, su mujer Clotilde.
El viajero atravesó la estación, parecía que estaba bien conservada, disponía varias fotografías locales: fiestas locales, eventos importantes y su gente. Se paró un momento para observarlas, dado que eran raro para donde es el viajero. Mientras observa las fotos  le encontró algo raro, no sabía que era.
Ya había perdido mucho tiempo, en observarlas. Se dirigió la puerta, llamo al timbre. Parecía que no sonaba en dentro de la casa, volvió tocar dos cortos, luego tres cortos y luego tres cortos.
AHORA VOY NENA!- respondía una voz femenina y melodiosa, mientras se oían los pasos resonantes dirigiéndose- ESTA NOCHE ME VAS COMER TODO….- La puerta se abrió de par en par, una belleza extranjera vestida para velada romántica, para dos.

Los dos quedaron parados e inmóviles como estacas. Como si estuvieran esperando a otra tipo de persona.