Una persona abre las ventanas de
su hogar. Su mano tiene una taza de café recién hecho. Cierra los ojos y se
deja llevar sus sentidos por este momento, casi ritual para sí mismo. Se
imagina que está delante de una pared blanca y las herramientas para pintar.
Toma el pincel, empieza a pintar con trazos largos y seguros. Bien, piensa para
sí mismo, ya tengo el suelo. Ahora pintare mi paraíso. Da un sorbo al café algo
templado. Se recrea en los todos los detalles. Los arboles son verdes esperanza.
El follaje del suelo son de distintos colores como la vida: alegres, honesto, cálido,...
Da sorbo al café. Las casas son de un color pálido azul y tranquilizante. Detrás
de las casas, hay un río sereno y cristalino. Da sorbo al café, nota que le
queda poco. Empieza dibujar las montañas enormes y protectoras… Intenta darle
el último sorbo al café, pero ya no hay café en su vaso, pero se retira atrás para
ver su obra. Se siente satisfecho por lo que ha creado. Comienza el día con
ganas…
Autoria de Steve Brown |
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