El viajero entro en el tren
mirando el interior del tren y buscando con la mirada un lugar donde poder
sentarse. Le espera casi cuatro horas de viaje. Diviso un sitio donde sentarse
y dejar a buen recaudo su equipaje. Acomodo el equipaje y sentó. Delante de él,
había una mujer y niño. Al viajero le extraño que aquel niño no estuviera en la
escuela o en colegio.
El tren comenzó a su traqueteo
para iniciar la marcha.
Le niño parecía inquieto, de vez
cuando la mujer miraba al pequeño diciéndole con la mirada que tenia hacer o no.
El niño rebusco una pequeña mochila y saco un bloc de dibujo y unos lápices de
colores. Los materiales eran de marcas reconocidas.
-Mama ¿Qué dibujo?- pregunto el niño.
-Dibuja lo quieras cariño- Dijo la mujer esbozando una sonrisa de
ternura.
- Ya… -dijo el pequeño mirando su bloc con pesadumbre.
El viajero levanto una ceja como
si algo no fuera bien en la situación.
El bloc cayó abierto a los pies
del viajero. Como acto reflejo cogió el bloc y dio un rápido vistazo. Las ilustraciones
tenía muchos detalles y bastante coloridas, pero… le parecía que fueran fotocopias,
no tenia…
-Alma- dijo el viajero sin darse cuenta.
La mujer arrebato el bloc como si
fuera su posesión más preciada.
-Hijo debes tener más cuidado, esto se debemos enseñárselo en tu nuevo
cole- dijo regañando al pequeño y dándole más importancia al bloc que a su
propio hijo.
Comprendió la situación al
instante lo que sucedía. Si de las niñas y
sin imaginación. Habría cambiar esto
de alguna manera.
-Perdóneme – se disculpo ante la madre- Me ha asombrado la capacidad que tiene su hijo para dibujar.
-Es normal- dijo con orgullo mientras levanta el cuello como si
fuera un pavo real- Has estado en los
mejores colegios de arte de todo el país. Muchas editoriales lo quieren le
hagan dibujos o retratos para ellos.
-Debe ser una cosa grandiosa –Asintiendo con la cabeza como si la
madre tuviera toda la razón del mundo, dirigió la mira hacia al infante. Debe conocer muchas técnicas.
-Si… -respondió el niño con pesadumbre y timidez mientras recogía el
bloc de las manos de su madre.
- Demuéstrale caballero de lo eres capaz…
- ¿Qué te dibuje, señor?
El viajero se llevo la mano al mentón,
pensó un alguna técnica divertida que hiciera cuando era peque. Miro lo lápices
y papel del bloc.
-Frottage de esto-saco una trozo de madera que tenia surcos de
tallados- quiero utilices todos los
colores.
El viajero le paso el trozo
madera al niño. La madre no entendía lo que había pedido al niño, pero el niño
miraba extrañado al viajero.
- Pero … - Replico como si estuviera esperando una explicación de cómo
hacerlo
-Haz tu propio frottage , si tienes dudas ,puedes preguntarte a tu gran
maestra , ella hizo muchos cuando era peque… -viajero señalo con educación a
su madre.
- Mama no sabía también dibujaras… - La mirada del niño se encendió
como si fuera descubierto algo novedoso y como si no lo hubiera hecho antes
- Yo… dijo la mujer con dudas y agachando la mirada, no sabía dónde
por donde comenzar…
-Seguro que hara muy bien…- dijo el niño mientras le pasaba la
madera, pintura y madera..
La mujer acaricio el trozo de
madera, sintió que algo en su interior le aclamaba desde su pasado, pero ¿que
era?….
El niño tenía centrado su atención
en su madre esperando comenzara a dibujar…La mujer miro al viajero y abrió los
labios para pronunciar algo, pero el viajero tenía en sus manos pañuelo de
papel y lápiz. Se coloco el pañuelo encima de la palma de la mano y con la otra
mano, empezó a pasar el lápiz por encima del pañuelo con suavidad…
La mujer abrió los ojos de par en
par, comprendiendo los gestos del viajero… Se recordó a ella misma, rodea de su
amigos haciendo lo mismo con aquellas cosa le llamaron atención y para enseñárselo
a su amigo o familiares…
La mujer coloco la pieza de
madera debajo del folio y empezó pasar el lápiz por encima del papel… Cada
trazo era un recuerdo de aquello había vivido, la primera vez en el columpio,
la primera manualidad, jugando pillar en el pueblo y …. Miro a su hijo …
Soltó el bloc y abrazo su pequeño…
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