sábado, 15 de noviembre de 2014

[El viajero] El tren (Decima parte)

El tren hizo otra parada programada en otra estación. El viajero miro con detalle al letrero que indicaba las siguientes paradas en el trayecto del tren. Según el itinerario solo le quedaban dos paradas para llegar a su destino.
Esta vez volvió entrar gente al tren, solo entro un grupo bastante reducido. Por su forma de hablar parecía bastante animada. El viajero no presto atención a la gente que entraba. Se centro en el libro, dado estaba una parte de las más interesantes y le quedaba pocas páginas para acabar el libro.
-Es que vivimos una sociedad de ladrones y corruptos. – Pregonaba una de las personal de grupo.- Si fuera yo lo que tuviera de juzgar,  los colgaría de los mis mimos por ladrones y ...
-Ya te digo, uno roba un trozo de pan y lo condena a 30 años de cárcel, en cambio ellos, tres semanas y hasta fuera…- Le apoyo la voz de otra persona.

El viajero termino el libro, mientras oía las proclamas de varias personas del grupo. Seguían por el mismo camino

Paso una parada.  

-…Hay gente que tiene la cara muy dura y una mente retorcida…- Pregonaba otra vez el primero.
El viajero volvió en guardar sus cosas en la mochila mientras meditaba las palabras de la gente exaltada.
-…Si estuviera anterior régimen, no pasaría estas cosas… -pregonaba la otra voz.
El viajero los miro con curiosidad al grupo.

Uno de ellos se cruzo la mirada con el viajero.

-¿Usted que piensa sobre el asunto?- Pregunto directamente al viajero.

-Solo puedo pensar en tres frases  cargadas sentido común para responderle a usted- Respondió el viajero mientras intento conectado con todos los ojos del grupo. –La primera –levanto un dedo para que todos vieran- proviene de la biblia, San Mateo,  El versículo 13 del capítulo 19: "porque a cualquiera que tiene, le será dado, y tendrá más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado" bien conocido como el efecto San Mateo. Segunda. Levanto otro dedo. Esta palabra proviene del premio de la Paz póstumo:”somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestro silencio”. Viene decir es fácil que criticar desde asiento desde un tren.  
El grupo le miro con incredulidad, tal vez como si no entendiera, o no quisiera entender, el mensaje que le quería comunicar.
-Tercero- Levanto el tercero dedo- No maldigas a la oscuridad, enciende una vela.


Llego la parada del viajero. Recogió su equipaje y salió por la puerta del tren.

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